miércoles, 23 de octubre de 2013

Segunda Jornada del X Otoño Flamenco de Fuente de Cantos

         Segunda Jornada del X Otoño Flamenco de Fuente  de Cantos

Pedro Cintas, el sábado 19 de octubre de 2013, hizo un brillante  y jondo recital en la   segunda jornada del X otoño,  acompañado por la guitarra profunda y flamenca del ecijano Antonio García y las palmas y jaleos de Abel Arana y Roberto Jaén. Contó también con la colaboración especial en el baile de Sofía Jiménez de la Rosa.

El recital estuvo precedido por una otoñal tromba de agua que necesitó en algunas casas de Fuente de Cantos la ayuda de los bomberos  y esto influyó a que el lleno no fuera total y la afluencia de público alcanzara los dos 3/4 del aforo.

          La noche del aguacero – no sé donde te metiste – que no te mojaste el pelo.
 Aunque quizás habría mejor que recurrir a la soleá grande de Triana:
  
    Como el correo de Vélez. – en cuanto caen cuatro gotas – se te mojan los papeles.

 Pues, lo que se perdieron los que estuvieron, porque Pedro Cintas no se arredró por ello, venía decidido y a por todas y demostró, con su cante, que es nuestro cantaor más completo. Pedro está en un excelente momento, se le nota más sosegado y centrado, pletórico de fuerzas y parece que ha encontrado, después del premio nacional de Mairena del Alcor, la forma interpretativa que mejor lo define.

Eran las 22,15 de la noche, cuando empezó Pedro muy sobrio, de pie, con una ronda de cantes por Tonás, con Martinete y Debla, indicando y dejando claro, con esta interpretación, que no iba a hacer ninguna concesión a la galería y que su recital iba a ir en la misma línea tradicional y jonda que el disco en que la basaba Papeles Íntimos. Hizo especialmente bien la debla que nos legó Tomás Pavón, con el que se identifica en su forma natural de interpretarla, también en el cante por soleá y por siguiriyas, y remató muy flamenco con un macho de gran fuerza.

Después siguió con una brillantísima Malagueña al estilo de la Trini, que ligó con una espléndida Jabera, a compás de guitarra y palmas, y remató con una Rondeña muy valiente.


 Pasó después al cante por Soleá, que empezó muy solemne por el estilo de Alcalá, para seguir con un recorrido extenso por el resto de los estilos geográficos que culminó a ritmo con el remate del Macaca.

Después del amplio recorrido por todos los estilos de soleares, se templó por Livianas, en las que fue subiendo en intensidad para rematar con un macho muy brillante, mostrando que este cante cuando se ejecuta con jondura y profundidad tiene la enjundia que le imprimió el maestro de los Alcores.





Y llegó el momento del cante pa trás y el mismo Pedro, con el guitarrista, las palmas y la percusión, le cantó para el baile por Alegrías  a Sofía Jiménez de la Rosa, que salió con bata de cola y mantón y estuvo salerosa y flamenca, como buena gaditana, derrochando alegría y gracia y demostrando oficio en el completo baile por alegrías que hizo y que al final remató muy graciosa por bulerías de Cádiz.                                   
                                        


Y la hora de la verdad, se logró, cundo Pedro hizo el cante de la noche: Las Siguiriyas, al límite,  que valieron toda el recital, partiendo del Reniego de Tomás y el recuerdo a Manuel Torre, para vaciarse “in crescendo” en dos estilos más, rematando con un macho de forma dramática.

Y después del dramatismo y la jondura de las siguiriyas,  el ritmo, el compás y el aire de las Bulerías, que ejecutó también de forma espléndida. Con lo que al final, brilló por los dos cantes de más dificultad interpretativa: las siguiriyas en el plano dramático – porque si no “jiere”, no vale -, y las bulerías por su dificultad técnica. Los dos cantes valieron toda una noche y quedaran para los anales de los Otoños Flamencos. Ambos cantes fueron jaleados por el público que lo premió con dos largos y calurosos aplausos.









Y llegó un  fin de fiesta en el que nuevamente salió Sofía, con el cante de Pedro, la guitarra de Antonio García y los jaleos, palmas y percusión de Roberto Jaén y Abel Arana. Estuvo bonito y gracioso, pero supo a poco, quizás porque la gente esperaba las pataitas del gaditano y del jerezano, que había anunciado el presentador, que no se produjeron.





Se retiraron y el público los aplaudió con fuerzas. Pero no se movía del asiento, no se iba. Esperaba más y empezó a llamarlos con las palmas y tuvo que salir Pedro, al que se le notaba extenuado del esfuerzo, e hizo de pié y sin micro, con el guitarrista, una serie de tres fandangos: Dos fandangos de Manolo Fregenal, el de transición y el natural segundo, y un magnifico fandango recordando a Carbonerillo con gran efectismo. El público en pie, pero todavía sabiéndole a poco.


Eran las 24, 15 horas de la noche, había estado cantando Pedro Cintas dos horas seguidas y seguía sabiendo a poco. Esto sin duda dará una idea, a los que no estuvieron,  del nivel de calidad que tuvo el recital, a pesar de que en él, hubo muy pocas concesiones para la galería.

El guitarrista Antonio García, estuvo en su línea en el toque tradicional de acompañamiento, flamenquísimo, con un pulgar que vale un imperio,  en la mejor línea flamenca de la tradición, sonando y oliendo a Diego del Gastor y a Melchor de Marchena, pero poniendo además su aportación en el toque joven de vanguardia. Se le nota que tiene una gran afición al cante, que le viene de casta, cosa que indudablemente le hace disfrutar en su cometido.


La ubriqueña, Sofia Jiménez de la Rosa estuvo como buena gaditana muy salerosa, graciosa y decidida, con un baile de pies de gran fuerza y gustó mucho en Fuente de Cantos. Dejó con su baile un excelente sabor de boca que sin duda la hará repetir en este escenario.


Abel Arana y Roberto Jaén estuvieron justos, como siempre, en su papel de percusionistas y jaleadores, aunque quizás más discretos, menos participativos, que en otra ocasiones que los hemos compartido.


En resumen, segunda jornada en la línea de excelente nivel con que empezó este X Otoño,  que esperamos y deseamos se siga manteniendo en el doblete del próximo fin de semana:

Texto:
Fotos: M. Gonzalez Tornos, Samara Ibarra Bernal