Pedro Cintas, el sábado 19 de octubre de 2013, hizo un brillante y jondo recital en la segunda jornada del X otoño, acompañado por la guitarra profunda y flamenca del ecijano Antonio García y las palmas y jaleos de Abel Arana y Roberto Jaén. Contó también con la colaboración especial en el baile de Sofía Jiménez de la Rosa.
El recital estuvo precedido por
una otoñal tromba de agua que necesitó en algunas casas de Fuente de Cantos la
ayuda de los bomberos y esto influyó a
que el lleno no fuera total y la afluencia de público alcanzara los dos 3/4 del
aforo.
La noche del aguacero – no sé donde
te metiste – que no te mojaste el pelo.
Aunque quizás habría mejor que recurrir a la soleá
grande de Triana:
Como el
correo de Vélez. – en cuanto caen cuatro gotas – se te mojan los papeles.
Pues, lo
que se perdieron los que estuvieron, porque Pedro Cintas no se arredró por
ello, venía decidido y a por todas y demostró, con su cante, que es nuestro
cantaor más completo. Pedro está en un excelente momento, se le nota más sosegado
y centrado, pletórico de fuerzas y parece que ha encontrado, después del premio
nacional de Mairena del Alcor, la forma interpretativa que mejor lo define.
Eran las 22,15 de la noche, cuando empezó Pedro muy sobrio, de pie, con una ronda de cantes por Tonás, con Martinete y Debla, indicando y dejando claro, con esta interpretación, que no iba a hacer ninguna concesión a la galería y que su recital iba a ir en la misma línea tradicional y jonda que el disco en que la basaba Papeles Íntimos. Hizo especialmente bien la debla que nos legó Tomás Pavón, con el que se identifica en su forma natural de interpretarla, también en el cante por soleá y por siguiriyas, y remató muy flamenco con un macho de gran fuerza.
Después siguió con una brillantísima
Malagueña al estilo de la Trini, que
ligó con una espléndida Jabera, a compás
de guitarra y palmas, y remató con una Rondeña
muy valiente.
Después del amplio recorrido por
todos los estilos de soleares, se templó por Livianas, en las que fue
subiendo en intensidad para rematar con un macho muy brillante, mostrando que
este cante cuando se ejecuta con jondura y
profundidad tiene la enjundia que le imprimió el maestro de los Alcores.
Y llegó el momento del cante pa trás y el mismo Pedro, con el guitarrista, las palmas y la percusión, le cantó para el baile por Alegrías a Sofía Jiménez de la Rosa, que salió con bata de cola y mantón y estuvo salerosa y flamenca, como buena gaditana, derrochando alegría y gracia y demostrando oficio en el completo baile por alegrías que hizo y que al final remató muy graciosa por bulerías de Cádiz.
Y la hora de la verdad, se logró, cundo Pedro hizo el cante de la noche: Las Siguiriyas, al límite, que valieron toda el recital, partiendo del Reniego de Tomás y el recuerdo a Manuel Torre, para vaciarse “in crescendo” en dos estilos más, rematando con un macho de forma dramática.
Y llegó un fin de fiesta en el que nuevamente salió Sofía, con el cante de Pedro, la guitarra de Antonio García y los jaleos, palmas y percusión de Roberto Jaén y Abel Arana. Estuvo bonito y gracioso, pero supo a poco, quizás porque la gente esperaba las pataitas del gaditano y del jerezano, que había anunciado el presentador, que no se produjeron.
Se retiraron y el público los aplaudió con fuerzas. Pero no se movía del asiento, no se iba. Esperaba más y empezó a llamarlos con las palmas y tuvo que salir Pedro, al que se le notaba extenuado del esfuerzo, e hizo de pié y sin micro, con el guitarrista, una serie de tres fandangos: Dos fandangos de Manolo Fregenal, el de transición y el natural segundo, y un magnifico fandango recordando a Carbonerillo con gran efectismo. El público en pie, pero todavía sabiéndole a poco.
Eran las 24, 15 horas de la noche, había estado cantando Pedro Cintas dos horas seguidas y seguía sabiendo a poco. Esto sin duda dará una idea, a los que no estuvieron, del nivel de calidad que tuvo el recital, a pesar de que en él, hubo muy pocas concesiones para la galería.
El guitarrista Antonio García, estuvo en su línea en
el toque tradicional de acompañamiento, flamenquísimo, con un pulgar que vale
un imperio, en la mejor línea flamenca
de la tradición, sonando y oliendo a Diego del Gastor y a Melchor de Marchena, pero
poniendo además su aportación en el toque joven de vanguardia. Se le nota que
tiene una gran afición al cante, que le viene de casta, cosa que indudablemente
le hace disfrutar en su cometido.
La ubriqueña, Sofia Jiménez de la Rosa estuvo como buena gaditana muy salerosa, graciosa y decidida, con un baile de pies de gran fuerza y gustó mucho en Fuente de Cantos. Dejó con su baile un excelente sabor de boca que sin duda la hará repetir en este escenario.
Abel Arana y Roberto Jaén estuvieron justos, como siempre, en su
papel de percusionistas y jaleadores, aunque quizás más discretos, menos
participativos, que en otra ocasiones que los hemos compartido.
En resumen, segunda jornada en la
línea de excelente nivel con que empezó este X Otoño, que esperamos y deseamos se siga manteniendo
en el doblete del próximo fin de semana:
Fotos: M. Gonzalez Tornos, Samara Ibarra Bernal